Lo que debes de hacer cuando el amor se va desvaneciendo

El amor es la fuerza que mueve al mundo, es lo que normalmente desea el hombre y la mujer; sin embargo, es de lo que más se carece, ¿razón? La indiferencia. Del amor que recibimos corresponde perfectamente a la cantidad de amor que nosotros primeramente damos, y eso es lo que hace que la vida tenga sentido.

Pero ¿Qué pasa cuando por más amor e interés que nosotros damos no hay un sentimiento recíproco con nuestra pareja? Si últimamente sientes que esa sonrisa que evocabas por tu pareja ahora se ha ido borrando también por su causa, es momento de ir analizando y pensando en una solución.

A pesar de que el hombre nació para vivir con la mujer y viceversa, a la fecha aún no nos entendemos del todo, a diario tenemos que ir descubriendo nuevas maneras de vivir y acoplarnos. Cuando ya llevamos tiempo juntos es necesario irnos entendiendo mejor, pero la naturaleza de cada uno de nosotros es distinta; se dice que el amor significa tolerancia y buena voluntad, por lo tanto, si usted quiere permanecer al lado de alguien debe ser tolerante y tener buena voluntad.

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Somos personas tan diferentes que lo único que necesitamos es analizarnos unos a los otros para podernos comprender y poder negociar nuestras diferencias y vivir en paz y en armonía. Querer a una persona no es suficiente, amar y conquistar es una labor diaria, no basta con decir "ya sabe que la amo" demuéstrelo; amar es también confiar, admirar, respetar y apoyar, pero haciendo equipo.

No es fácil, se requiere bastante práctica, pero sobre todo mucho cuidado. De manera que entre más vayamos conociendo las diferencias entre los hombres y las mujeres más podemos negociar para vivir juntos y en armonía. Dicen los hombres: ¡no podemos vivir con ellas pero tampoco sin ellas! ¡es verdad! Las necesitamos, nos necesitan y lo más saludable que podamos hacer es llevarnos bien.

Es importante también que durante un pleito aprendamos a calmarnos y emplear el diálogo; como complemento que somos debemos de funcionar en sincronía aunque naturalmente nos cueste trabajo debido a la manera distinta que tienen nuestros cerebros de funcionar, la mujer puede estar cocinando y al mismo tiempo atendiendo a sus hijos con la tarea, darle de comer al marido, contestar una llamada y contestarle a la visita que acaba de llegar a su casa.

El hombre en cambio, si está cocinando y llega visita, prefiere apagar la estufa para poder concentrarse en averiguar quién llegó. EL hombre no puede ser como la mujer y la mujer no puede ser como el hombre, simple y sencillamente nos complementamos porque solos cada quién por su lado somos un desastre; entonces evitemos decir: "tienes que hacer esto porque si yo puedo  tu también" ¡No! entendamos que somos diferentes, y aprendamos a darnos apoyo moral y espiritual.

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